colaboran Carlos Gracia López y J. Jaime Gómez Hernández
El Coro de la UPV: armonía, cultura y comunidad universitaria
El Coro de la Universitat Politècnica de València es otra de las iniciativas culturales significativas impulsadas durante el rectorado de Justo Nieto. Su historia, que comenzó en el año 2000, está entrelazada con la visión de una universidad viva, donde la creatividad y la participación fueran parte esencial de su esencia.
Todo comenzó en noviembre de aquel año, durante un viaje a la Universidad de Guanajuato, en México. La UPV, desde el Departamento de Mecanización Agraria y bajo la dirección de Carlos Gracia, impartía un curso de doctorado en esa universidad y llegó el momento de investir al primer grupo de nuevos doctores. El rector Nieto, en un gesto de amistad y apoyo a la institución mexicana, decidió celebrar el acto de investidura en la propia Universidad de Guanajuato. Y hacia allá se fueron, el director del programa, el rector y parte de su equipo, cargados con los trajes académicos (togas, mucetas, birretes y guantes) que el rector quiso obsequiar a la universidad mexicana para que la investidura reflejase mejor la tradición centenaria de las universidades españolas: el mismo ritual y la misma indumentaria. Pero faltaba algo que la Oficina del Rector no previó: los cantos propios del acto. Carlos Gracia, consciente de ello decidió incluir los cánticos tradicionales Gaudeamus Igitur y Veni Creator. “Eché las partituras en la maleta como quien lleva un secreto guardado para el momento oportuno y, junto con un grupo de amigos mexicanos, ensayamos la víspera esas piezas, que interpretamos durante la investidura contribuyendo a que el acto luciera, reforzando la relación institucional”, recordaría después .
De regreso a España, aquel episodio se convirtió en tema de conversación con el rector. Con su estilo característico, Nieto le lanzó a Carlos Gracia un reto que sería determinante: “Carlos, ¿y por qué no formas un coro propio de nuestra UPV?” La propuesta, tan ilusionante como desafiante, tomó forma en los meses siguientes. Gracia, con años de experiencia dirigiendo coros en el Camp de Morvedre, entendió que la tarea no era crear un coro más, sino construir una iniciativa participativa que representara a la comunidad universitaria en su conjunto.
En febrero de 2001, se lanzó una convocatoria a la comunidad universitaria que tuvo una respuesta extraordinaria. Más de 70 personas —estudiantes, profesores, personal de administración y servicios, e incluso colaboradores externos— se unieron al proyecto. Apenas tres meses después, el grupo improvisó un recital en la cafetería La Vella, con una breve selección de piezas musicales, ante la atenta mirada del rector. Justo Nieto, entusiasmado con la calidad y el esfuerzo demostrado, dio su visto bueno, y el coro quedó oficialmente reconocido el 24 de mayo de 2001.

El Coro de la UPV en la residencia de la Universidad Politécnica de Madrid en Cercedilla en 2002. En el centro, en primera línea, Carlos Gracia (fundador y primer presidente del coro), Jaime Gómez (vicerrector y coralista), Saturnino de la Plaza (rector de la Politécnica de Madrid) y Cristina Contreras (directora del coro).
El primer año del Coro fue un ejemplo de entrega y dedicación. Bajo la dirección de Carlos Gracia, los coralistas realizaron más de 50 ensayos en pocos meses y prepararon un repertorio de 30 piezas, que incluyó desde música clásica hasta villancicos populares. Entre 2001 y 2002, ofrecieron once actuaciones, entre las que destacaron los conciertos de Navidad en Valencia y Gandía, las presentaciones en Roma y Salamanca, y los recitales en las fiestas patronales de diversas escuelas de la UPV.
El desarrollo del coro estuvo marcado por anécdotas que reflejan el espíritu de compromiso que lo impulsó desde sus inicios. Una de ellas tiene como protagonista a Jaime Gómez, entonces vicerrector de Tercer Ciclo. En una reunión de la Comisión de Doctorado que él presidía, Carlos Gracia mencionó el proyecto del coro, y, entre bromas, surgió un reto: ¿se atrevería el vicerrector a unirse, a pesar de no tener formación musical previa? Jaime Gómez aceptó, convirtiéndose en uno de los fundadores del coro y demostrando que el entusiasmo y la dedicación podían superar cualquier barrera.
Otra anécdota clave fue el papel de Inma Monzó, miembro del coro y esposa del propio Jaime Gómez, quien no desaprovechaba ocasión para recordarle al rector la necesidad de dotar al grupo de un piano para sus ensayos. Su insistencia y perseverancia acabaron dando fruto, y el coro contó pronto con el instrumento que necesitaban.
En 2002, con el coro ya consolidado, se realizó una audición para seleccionar a un director profesional que asumiera el liderazgo del grupo. Cristina Contreras, profesora de conservatorio, fue elegida para el puesto, marcando el inicio de una nueva etapa de profesionalización y continuidad. Carlos Gracia, satisfecho con lo logrado, cedió la dirección sabiendo que había dejado un legado sólido. “Cada concierto que dais, cada partitura que aprendéis, me devuelve con creces el esfuerzo invertido en aquellos primeros años”, expresó Gracia en el acto conmemorativo por el vigésimo aniversario del coro.

Una pausa durante la grabación del primer CD del Coro con motivos navideños el 11 de noviembre de 2002
También se aprobaron los estatutos que regirían el funcionamiento del coro como asociación universitaria y su primer presidente electo, sucesor de Carlos Gracia, fue Javier Rodrigo.
A Cristina Contreras la sucedió Rafael Sánchez Mombiedro y, hoy, el Coro de la UPV, bajo la dirección de José Francisco Sánchez Iborra, es mucho más que una agrupación musical. Es un símbolo de cohesión, un espacio donde estudiantes, profesores y personal de la universidad han encontrado un lugar común para compartir, aprender y crecer. Es, en esencia, una extensión de la visión de Justo Nieto, quien entendía que la universidad debía ser un espacio no solo para la formación académica, sino también para la expresión cultural y artística.

El Coro con Justo Nieto tras una de sus intervenciones en un acto académico en el Paraninfo en 2002