Departamento de Tecnología de Alimentos (DTA) 

colaboran Javier Sanz Fernández, Antonio Mulet, Juan Serra Belenguer y Ángeles Lluch Rodríguez 

La historia del Departamento de Tecnología de Alimentos (DTA) desde su creación en 1986 hasta la actualidad es una historia de éxito. El esfuerzo, la dedicación y la capacidad de su personal docente e investigador, junto con el apoyo del Personal de Administración y Servicios (PAS), han convertido al DTA en una potente estructura docente e investigadora que es, sin duda, un referente a nivel nacional e internacional en el área de la Ciencia y la Tecnología de Alimentos. Este éxito colectivo ha sido posible gracias a los sólidos fundamentos establecidos en sus inicios.

En el origen de sus unidades docentes y de investigación se encuentran profesores universitarios provenientes de diversas disciplinas, que fueron verdaderos pioneros y que crearon equipos de colaboradores, seleccionando a los mejores egresados, formándolos, dirigiéndolos e inculcándoles la vocación docente e investigadora.

Naturalmente, antes y después del periodo considerado en esta contribución (1986-2004), también hay mucho trabajo bien hecho. Sin embargo, los años revisados corresponden a una etapa de crecimiento y consolidación en muchos departamentos de la UPV, impulsados por la visión del rectorado. En el caso del DTA, este proceso fue catalizado por varias iniciativas emprendedoras y por el esfuerzo del propio Departamento. Gracias al espíritu emprendedor de sus líderes, y especialmente de su director, el profesor Pedro Fito Maupoey, el DTA logró superar los problemas de escasez de personal y espacio, típicos de sus primeras etapas. Durante estos años se obtuvieron numerosas dotaciones de personal (PDI y PAS), nuevos espacios e infraestructuras, y un notable incremento en el servicio a la sociedad valenciana y al sector agroalimentario. El DTA respondió a la necesidad de formar egresados de alta calidad, cumpliendo con las demandas del sector y estableciéndose como un referente en innovación tecnológica y ciencia de los alimentos.

Entre 1988 y 1994, Javier Sanz Fernández, en excedencia del Departamento debido a su actividad parlamentaria en Europa, desempeñó el cargo de presidente del Consejo Social de la UPV. Durante este periodo, mantuvo una estrecha relación con la universidad y su departamento, colaborando en decisiones clave para el desarrollo institucional. En esos años, conoció al rector Justo Nieto, compartiendo con él la visión de consolidar la UPV como una gran universidad politécnica, capaz de satisfacer las necesidades de la sociedad valenciana y coincidiendo en la importancia de formar numerosos ingenieros altamente capacitados y fomentar grupos de investigación que, desde la universidad y en conexión con el tejido económico, promovieran la innovación y el desarrollo tecnológico en las empresas de la región.

Estructura del DTA

Cuadro tomado del Informe de Autoevaluación de la Calidad del DTA donde se reflejan todos los miembros del DTA en ese momento.

El Departamento de Tecnología de Alimentos (DTA) de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) se constituyó oficialmente el 5 de febrero de 1986 en el marco de la Ley de Reforma Universitaria (LRU) de 1983 y la implementación de los Estatutos de la UPV en 1985. Su creación fue resultado de la reestructuración de las dos Cátedras de Operaciones Básicas (Grupo XI) e Industrias Agrícolas (Grupo XII), pertenecientes a la ETSIA de Valencia, junto con unidades docentes afines de la EUITA de Valencia y Orihuela. Este proceso se realizó bajo el criterio de “Áreas de Conocimiento” propuesto por la Unión Europea, lo que configuró al DTA como un departamento claramente pluridisciplinar y con un enfoque innovador en la enseñanza e investigación.

En su estructura inicial, el DTA integró a profesionales provenientes de diversas áreas académicas, incluyendo Operaciones Básicas, representadas por Pedro Fito Maupoey (primer director del DTA) y Vicente Aranda Catalá; Industrias Agrícolas, con José Macho-Quevedo Barón, José María Martínez Jávega, Fernando Riquelme Ballesteros y Ana Casp Vanaclocha; y áreas relacionadas con la Química, como Química Orgánica (María Ángeles Lluch Rodríguez), Química Analítica (Juan Serra Belenguer) y Química General y Agrícola (Amparo Chiralt Boix). Su primer director elegido en el acto de constitución del Departamento fue el profesor Fito Maupoey.

En 1990, el profesor Antonio Mulet se incorporó al Departamento de Tecnología de Alimentos (DTA), procedente de la Cátedra de Química Técnica de la Universidad de Palma de Mallorca, a través de una plaza de Catedrático convocada mediante el Programa Propio de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV). Este proceso contó con el apoyo decidido del rector Justo Nieto y la gestión del director del departamento, Pedro Fito Maupoey, quienes reconocieron la importancia de reforzar el equipo académico del DTA.

Antes de integrarse plenamente en el DTA, Antonio Mulet había colaborado durante varios años como investigador en la Asociación para la Investigación de las Industrias Agroalimentarias (AINIA) del IMPIVA, dependiente de la Conselleria de Industria. Tras su incorporación definitiva, el profesor Mulet desempeñó un papel clave en la formación de una nueva unidad docente y de investigación en Ingeniería de Procesos (II). Esta unidad mantuvo una colaboración activa con AINIA, reforzando a su vez el grupo de Ingeniería de Procesos (I) ya existente, dirigido por el profesor Pedro Fito. Con estas incorporaciones, el DTA consolidó su capacidad investigadora en el ámbito de los procesos agroalimentarios, estableciendo un puente sólido entre la investigación universitaria y las necesidades del sector industrial.

Posteriormente se crearon nuevos grupos de investigación, como el grupo de Enología y el  grupo de Industrias Cárnicas. La composición de los grupos de investigación tal y como estaban en el año 2000 se recoge en la tabla sacada del Informe de Autoevaluación de la Calidad del DTA, elaborado bajo la dirección de Javier Sanz y la colaboración de Ángel Argüelles.

Este enfoque pluridisciplinar permitió que el DTA trascendiera el ámbito tradicional de la Ingeniería de Procesos y las Industrias Agroalimentarias, consolidándose como uno de los departamentos más prestigiosos de la UPV. Asimismo, el apoyo estratégico del rectorado facilitó un crecimiento rápido en su plantilla inicial mediante el programa propio de la UPV, promoviendo la incorporación de profesores formados en el propio DTA y elevando la calidad de los proyectos de investigación, desarrollo e innovación (I+D+I) y la excelencia docente.

Reunión de los presidentes de los Comités de Autoevaluación UPV en Biar en 1999

Creación y desarrollo del Máster en Ciencia e Ingeniería de Alimentos

En el curso académico 1985-86, y antes de la formalización oficial del Departamento, se inauguró el Máster en Ciencia e Ingeniería de Alimentos, el primero en España en esta especialidad, constituyéndose como un pilar fundamental para el desarrollo inicial del DTA. Este programa contó con la participación de profesores del DTA, investigadores del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA) del CSIC, y expertos de la industria alimentaria y otras universidades españolas. La colaboración con el IATA, en particular, resultó clave para consolidar la calidad académica y científica del máster desde sus inicios.

Además de fortalecer los servicios docentes que el DTA ofrecía a la sociedad valenciana, el máster contribuyó significativamente a su proyección internacional, especialmente hacia América Latina, mediante becas otorgadas por el Instituto de Cooperación Iberoamericana. Estas iniciativas permitieron que numerosos estudiantes iberoamericanos completaran posteriormente sus tesis doctorales en la UPV, formando una red académica que favoreció futuras colaboraciones.

El profesor Pedro Fito Maupoey desempeñó un papel crucial como impulsor y principal organizador del máster, del cual fue director durante sus diez años de existencia. Los profesores Juan Serra Belenguer y Daniel Vidal se sucedieron como secretarios del programa, asegurando su operatividad y éxito. Este máster no solo contribuyó al prestigio del DTA, sino que también generó recursos económicos que se invirtieron en la mejora de sus infraestructuras, equipamiento y capacidad de investigación.

Desde sus primeros años, el DTA mostró una clara apuesta por la proyección internacional, destacando sus relaciones clave con Europa y América Latina. En 1986, organizó las “Jornadas sobre Innovación Tecnológica en la Industria Agroalimentaria de la Comunidad Valenciana”, seguidas por eventos de gran relevancia como el “II Congreso Mundial de Tecnología de Alimentos” en Barcelona y el “II Symposium Internacional sobre la Algarroba” en la UPV, ambos en 1987. Estas actividades situaron al DTA en el mapa internacional, marcando el inicio de colaboraciones que serían clave para su crecimiento posterior.

Simultáneamente, el DTA logró financiamiento a través de proyectos en convocatorias nacionales (CAICYT, CICYT, Plan Nacional de Promoción del Conocimiento, fondos FEDER), autonómicas y europeas. A partir de los años 2000, lideró proyectos europeos y participó activamente en redes docentes y de investigación, como el programa Erasmus.

Creación de la Licenciatura en Ciencia y Tecnología de los Alimentos

En 1994 se inició la Licenciatura en Ciencia y Tecnología de los Alimentos, una nueva titulación de segundo ciclo desarrollada en coordinación con la Facultad de Farmacia de la Universitat de València. Esta iniciativa representó un hito para el DTA, relanzando su actividad y logrando un incremento significativo en su plantilla de personal, así como en el equipamiento destinado a la docencia e investigación. No obstante, el aumento del profesorado y de las obligaciones docentes no estuvo acompañado inicialmente de una ampliación suficiente en las instalaciones, lo que obligó al Departamento a desarrollar su labor en condiciones precarias durante varios años. A pesar de ello, la producción científica del DTA continuó creciendo de manera sostenida.

En el segundo año de funcionamiento de la Licenciatura, la Universitat de València y la UPV decidieron ofrecer la titulación por separado, definiendo un perfil más tecnológico para la versión impartida en la UPV. Este cambio fue posible gracias al trabajo previo realizado en el Máster en Ciencia e Ingeniería de Alimentos, cuya contribución fue determinante para el desarrollo de esta nueva titulación. El DTA asumió el 85 % del plan de organización docente (POD) de la licenciatura y colaboró estrechamente con otros departamentos en la elaboración del plan de estudios.

Además, en 1993, los profesores del DTA habían participado activamente en la implementación de la titulación de Ingeniería Química, adscrita a la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales (ETSII). Esta contribución evidenció el impacto del DTA más allá de su propio ámbito académico, consolidándolo como un referente en la oferta educativa de la UPV.

El Instituto de Ingeniería de Alimentos para el Desarrollo (IAD) fue constituido oficialmente en junio de 1999 por el Consejo de Departamento del DTA, tras la aprobación de la Junta de Gobierno de la UPV el 27 de mayo del mismo año. Este instituto surgió como respuesta a la creciente actividad docente e investigadora del DTA y como parte de la visión estratégica impulsada por el rectorado para consolidar la investigación de alto impacto en el ámbito agroalimentario.

La creación del IAD estuvo vinculada al desarrollo de la Ciudad Politécnica de la Innovación (CPI), un proyecto emblemático del rectorado liderado por Justo Nieto. Este espacio proporcionó al IAD instalaciones modernas y adecuadas, resolviendo finalmente las limitaciones de espacio que el DTA había sufrido durante años. El traslado a la CPI se completó en 2007, lo que marcó el inicio de una nueva etapa de expansión en la capacidad investigadora del DTA.

Entre las primeras actividades destacadas del IAD estuvo el inicio, en enero de 2000, del Máster Internacional en Ciencia e Ingeniería de Alimentos, con 700 horas de formación, asociado a la oferta de títulos propios de la UPV. Este programa fue diseñado de manera flexible y modular, lo que permitió su conexión con las enseñanzas de tercer ciclo y facilitó la oferta de formación avanzada en ciencia y tecnología de alimentos.

Desde sus inicios, el Departamento de Tecnología de Alimentos (DTA) mantuvo una clara apuesta por la proyección internacional, estableciendo relaciones clave con Europa y América Latina. 

Creación del Máster en Viticultura y Enología

En el área de viticultura, el grupo de investigación liderado por José Luis Aleixandre impulsó la creación del Máster en Viticultura y Enología, que se convirtió en un referente en la región. Este programa no solo fortaleció el vínculo entre la investigación académica y el sector vitivinícola, sino que también promovió el desarrollo de prácticas enológicas avanzadas, beneficiando al sector vitivinícola de la Comunidad Valenciana.

Relaciones internacionales y colaboraciones

En 1993, la UPV firmó un convenio con 52 instituciones colombianas en Bogotá, fortaleciendo las relaciones del DTA con dichas entidades. Este convenio facilitó la dirección de numerosas tesis doctorales conjuntas y, en 2004, culminó en un solemne acto en Bogotá, en el que se impusieron birretes a 106 nuevos doctores, con la presencia de autoridades de ambos países, incluido el expresidente Belisario Betancur.

Además, el DTA estableció vínculos con centros de investigación en Cuba, lo que permitió a sus profesores dirigir tesis doctorales de investigadores del Instituto de Investigaciones de la Industria Agroalimentaria (I.I.I.A.) de La Habana. Asimismo, supervisó tesis en México, Perú, Argentina y Chile, consolidando una extensa red de colaboración iberoamericana.

En el ámbito europeo, el DTA participó activamente en proyectos financiados por programas nacionales, autonómicos y europeos, como los fondos FEDER y el programa Erasmus. Estas iniciativas no solo fortalecieron las capacidades de investigación del departamento, sino que también facilitaron la movilidad académica y la consolidación de redes transnacionales de colaboración.

Durante la inauguración de un curso del IAD. Javier Sanz, Justo Nieto y Pedro Fito

Conversión de grupos de investigación en estructuras de I+D+I

Desde su fundación en 1986, el DTA promovió la formación de diversos grupos de investigación. En 2003, estos grupos fueron registrados oficialmente como estructuras de I+D+I según los criterios de la Generalitat Valenciana, lo que reconoció su trayectoria y consolidó su estatus institucional.

Los principales grupos fueron:

• El grupo integrante del IAD: liderado por Pedro Fito Maupoey, trasladado a las instalaciones de la CPI Instituto de Ingeniería de Alimentos para el Desarrollo (IAD).

• Análisis y Simulación de Procesos Agroalimentarios: dirigido por Antonio Mulet.

• MiQuAli (Microestructura y Química de Alimentos): encabezado por María Ángeles Lluch Rodríguez.

Esta formalización permitió una mejor organización y visibilidad de las actividades de investigación del DTA, facilitando la obtención de financiamiento y la participación en proyectos de mayor envergadura.

Apoyo a jóvenes investigadores

Desde sus primeros años, el DTA promovió activamente la investigación entre jóvenes académicos nacionales, muchos de los cuales consolidaron sus carreras en universidades y centros de investigación en toda España. Esta red de exalumnos facilitó futuras colaboraciones con instituciones como la Universitat de Lleida, la Universidad Miguel Hernández, la Universidad de Cartagena y otras. Este enfoque en la formación y apoyo a nuevos investigadores contribuyó al crecimiento y diversificación del DTA, asegurando la continuidad y renovación de sus líneas de investigación.

Conclusión

A lo largo del periodo 1986-2004, el Departamento de Tecnología de Alimentos de la Universidad Politécnica de Valencia experimentó un crecimiento exponencial gracias al apoyo constante del rectorado y al esfuerzo conjunto de sus primeros profesores y colaboradores. Este periodo inicial estableció al DTA como una de las estructuras más activas y productivas de la universidad, consolidándose como un referente de prestigio internacional en el ámbito de la ciencia y tecnología de los alimentos. La combinación de una visión estratégica, la formación de redes internacionales, el fomento de la investigación y la promoción de la igualdad de oportunidades han sido elementos clave en este éxito colectivo.

Homenajeando a Pedro Fito por sus 25 años como catedrático. En la foto, a la izquierda, Javier Sanz, Pedro Fito y Amparo Chiralt, a la derecha, en escorzo, el maestro de Pedro Fito: Agustín Escardino.