Dos miradas

J. Jaime Gómez Hernandez

Desde 1986 hasta 2004, se produjeron significativas transformaciones en el escenario internacional, las cuales han moldeado nuestra comprensión del mundo actual. El recuerdo que posiblemente perdure más vívidamente en la mente de los que lo vivimos es el de la caída del muro de Berlín, un evento disruptivo que sucedió casi sorpresivamente y que asombró a los propios berlineses —que fueron testigos en vivo—, y al resto del mundo —que lo siguió en directo por televisión. Un periodo que comenzó con la entrada de España en la Comunidad Económica Europea y que acabó con la ampliación más importante de la ahora Unión Europea, que incorporó diez nuevos países, alcanzando los veinticinco miembros.

Un periodo en el que, a una escala menor, se produjeron importantes cambios en la Universitat Politècnica de València que, en gran medida, son responsables de la universidad que tenemos hoy. Cambios que sucedieron durante los sucesivos mandatos de Justo Nieto como rector y que no se pueden resumir en unas pocas páginas. Pero sí se pueden apuntar algunos datos que nos permitan valorar la evolución de la UPV durante esos años y nos aporten dos miradas, la que tuvo el rector recién llegado a su cargo y la que se llevó tras su nombramiento como conseller de Empresa, Universidad y Ciencia.

La UPV pasó:
• De tener 12.000 alumnos a 35.000 en títulos oficiales y otros 35.000 en formación permanente.
• De 600 profesores a más de 2.000.
• De 300 personas de administración y servicios a más de 1.000.
• De 15 titulaciones a 47.
• De 12 centros a 17.
• De 250.000 metros cuadrados a 550.000 en el campus de Vera.
• De 1 convenio al mes en proyectos universidad-empresa a 2 convenios a la hora.
• De tener centros técnicos universitarios a que todos sus centros fueran superiores por transformación de aquellos en centros superiores.
Además:
• Se creó la Ciudad Politécnica de la Innovación, el parque científico en el campus de Vera que hoy tiene más de 140.000 metros cuadrados y alberga más de 1.000 investigadores.
• Se crearon más de 30 institutos y centros de investigación y desarrollo.
• Se impartieron más de 70 programas de doctorado en Hispanoamérica, donde se crearon sedes permanentes en: Cuba, Centro de Estudios Tecnológicos Avanzados (CETA) Colombia, Corporación COINNOVAR. Méjico, Centro Universitario de Vinculación con el Entorno (VEN). Uruguay-Argentina, Fundación para el Desarrollo del Cono Sur (DECOSUR).

Y estos son algunos de los hitos cuantificables, pero quizá los cambios más trascendentes son aquellos propiciados por una mentalidad que no se había constatado en la universidad pública española, que por aquel entonces tildaba con menosprecio cualquier colaboración universidad-empresa, una mentalidad nueva basada en principios, que luego se convirtieron en lemas, como que:
• En el conjunto de todas las ideas están las buenas. Apoyando todas las iniciativas independientemente de donde vinieran y en especial las acciones emprendedoras.
• El primer empleo de nuestros titulados es responsabilidad de la universidad. Ligado a la importancia de las prácticas en empresa y la proyección de los egresados más allá del ámbito puramente universitario.
• Formamos personas, formamos profesionales. Entendiendo que la formación completa del universitario traspasa la mera adquisición de conocimientos técnicos.
Esta nueva forma de entender la universidad permitiría que la UPV pasara:
• De ser una universidad prácticamente desconocida a conocida en todo el mundo.
• De ser una universidad ajena a la sociedad a una universidad comprometida y solidaria con su sociedad próxima.
• De poco relevante en ámbitos científicos a tener presencia y potencia en tales ámbitos.
Y, sobre todo, que sentara las bases ideológicas de una universidad moderna en un país en vías de desarrollo como el nuestro, transfiriendo conocimiento a la sociedad que la alimenta y formando egresados para su inserción con dignidad a la sociedad.

Este resumen, con algunos de los hitos de los diecinueve años de rector de Justo Nieto, no estaría completo sin dos (o tres) miradas (aéreas) al campus de Vera y su evolución.

1980. Vista del campus poco después de concluir su primera ampliación con la creación del Ágora y la ubicación de las Escuelas Técnicas Superiores de Ingenieros Agrónomos, Arquitectura, Ingenieros Industriales e Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos en sus cuatro esquinas.

1984. La primera ampliación está consolidada, incluida la Facultad de Bellas Artes y una incipiente zona de deportes con el campo de fútbol, un frontón y dos pistas de tenis en el límite oriental.

1992. El campus comienza a expandirse más allá del eje que hoy marcan las avenidas de Santiago Grisolía (junto a la piscina, ya construida) y Emilio Attard (entre el campo de fútbol y el edificio de deportes frente al campo de fútbol todavía por construir). Se han concluido las obras de las cuatro escuelas que confluyen en el Ágora, y también se han construido los edificios que albergarían la Escuela de Ingenieros Técnicos Industriales, la Escuela de Ingenieros de Telecomunicaciones, y la Escuela de Ingeniería Técnica Informática junto a la Facultad de Informática. Se aprecia la estructura aérea para peatones concebida en los cuatro ejes que confluyen en el Ágora, y las gradas de esta; los coches circulaban por debajo de esta estructura.

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2000. El campus muestra una transformación radical. Se pueden apreciar, el incipiente nuevo edificio de Bellas Artes, el pabellón polideportivo, el nuevo edificio de la Escuela Superior de Ingeniería de Diseño, el colegio mayor Galileo Galilei, la pista de atletismo y junto a ella los nuevos edificios del Instituto de Tecnología Química y del Centro de Motores Térmicos, y el edificio Nexus. La plataforma elevada ha desaparecido y el tráfico a través del campus se ha reducido al mínimo. El campus ahora se vertebra con una larga y ajardinada avenida que solo queda interrumpida por el edificio de La Redona.

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2004. El campus ha continuado creciendo. Destacan la construcción de los edificios de la Escuela de Ingeniería Geodésica, Cartográfica y Topográfica, de la Facultad de Administración de Empresas, y de los institutos de Biomecánica e Ingeniería Eléctrica, la construcción del edificio polivalente, el trinquete, y el velódromo. Los dos primeros módulos de la Ciudad Politécnica de la Innovación están acabados y se inaugurarán en breve y La Redona ha desaparecido. Como también desaparecerá la que, en aquel momento, fue la torre más alta en España construida en material compuesto, cuya sombra (proyectada hacia el norte) puede apreciarse en la esquina más occidental del campus.
(Foto tomada del visor del Instituto Cartográfico Valenciano).

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2012. La Ciudad Politécnica de la Innovación está concluida. El planeamiento urbano complica la expansión de la UPV, aun así, se pueden apreciar el nuevo edificio de la Escuela de Ingeniería de la Edificación, y el de la Escuela de Ingeniería Agronómica y Medio Natural, el nuevo edificio del Centro de Motores Térmicos y el laboratorio Pedro Duque.
(Foto tomada del visor del Instituto Cartográfico Valenciano).

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2023. El campus de Vera de la UPV en abril de 2023. El campus se ha expandido hasta los límites de su propiedad. Como novedad se aprecia el nuevo edificio de laboratorios del recientemente renombrado Clean Mobility and Thermofluids, sucesor del Centro de Motores Térmicos.
(Foto tomada del visor del Instituto Cartográfico Valenciano).