colaboran Carlos Álvarez Bel y José Luis Muñoz-Cobo González
A finales del siglo XX, se produjeron avances tecnológicos que transformaron todos los sectores de nuestra sociedad, especialmente el sector energético, que experimentó profundos cambios estructurales y se enfrentó a una gran incertidumbre. Se pasó de una época de energía percibida como ilimitada y de bajo costo, suministrada mediante tarifas reguladas, a un escenario donde predominan energías limpias (menos contaminantes), más escasas, caras y, sobre todo, con precios y disponibilidad más volátiles.
La década de los 90 fue un periodo de intensa actividad industrial. En paralelo, la UPV implementó una estructura de apoyo eficaz y dinámica a través del Centro de Transferencia de Tecnología (CTT), que ayudó a profesores y grupos de investigación en tareas de transferencia tecnológica. Bajo la dirección del Prof. Ignacio Fernández de Lucio, el CTT orientó a numerosos investigadores y canalizó su trabajo hacia la industria. Este modelo operativo permitía que los nuevos problemas en el sector encontraran soluciones originales.
En el último quinquenio del siglo pasado, un grupo de investigadores de la UPV, especializados en energía, reconoció que este campo, por su naturaleza multidisciplinar y compleja, era ideal para compartir resultados y metodologías. Los profesores José Luis Muñoz-Cobos (área nuclear), José Miguel Corberán (área térmica) y Carlos Álvarez (área eléctrica) propusieron la creación de un nuevo centro de investigación: el Centro de Ingeniería Energética y Sistemas Complejos. Este nombre reflejaba la intención de no interferir con otros grupos de la UPV que abordaban temas energéticos de manera más concreta y práctica. A medio plazo, este centro se convirtió en el embrión del actual Instituto Universitario de Investigación en Tecnologías Energéticas.
La propuesta fue recibida con apoyo inmediato por parte del rector Justo Nieto, quien consideró la idea excelente y, aunque ambiciosa, digna de intentarse. Su respuesta pragmática y su visión como gestor universitario fueron fundamentales para iniciar las tareas de definición y organización del centro.
En julio de 1998, los tres profesores promotores se reunieron formalmente para proponer la creación del centro:
• José Luis Muñoz-Cobos González: catedrático de Ingeniería Nuclear desde 1987, investigador visitante en el National Laboratory Oak Ridge (ORNL, Tennessee, EE.UU.) y con experiencia en contratos de investigación con UNESA, CIEMAT y ORNL.
• Carlos Álvarez Bel: catedrático de Ingeniería Eléctrica desde 1989, con trayectoria en el Energy Systems Research Center de la University of Texas at Arlington y en proyectos de investigación con empresas eléctricas de varios continentes.
• José Miguel Corberán Salvador: catedrático en Termodinámica Aplicada, pionero en colaboración con la industria automotriz europea y fundador del Laboratorio de Termodinámica Aplicada en la UPV.
En febrero de 1999, gracias al apoyo de Justo Nieto e Ignacio Fernández de Lucio, se aprobó el CIESC como nueva estructura de investigación de la UPV, compuesto por cuatro grupos de investigación complementarios en energía.
La contratación de un director externo en 2001, Ángel Pérez-Navarro, promovida por Justo Nieto, fue fundamental para introducir savia nueva en una estructura a veces rígida. Pérez-Navarro, doctor en Ciencias Físicas, había trabajado en el CIEMAT y colaborado con centros de fusión nuclear en EE.UU. y Europa, y en 2001 se incorporó a la UPV como catedrático de Ingeniería Eléctrica.
El CIESC fue el primer paso hacia la creación del Instituto de Ingeniería Energética (IIE), aprobado por la UPV el 10 de abril de 2004. Este éxito se debió a dos factores: la incorporación inicial de un director externo e independiente y la rápida obtención del proyecto europeo EU-DEEP, que respaldó los objetivos del Instituto. Este proyecto, parte del Séptimo Programa Marco de la Comisión Europea, promovió la implementación masiva de Recursos Energéticos Distribuidos y permitió integrar hasta diez investigadores en distintas ramas energéticas, alcanzando así los objetivos del IIE.
Entre 2004 y 2013, el IIE creció de manera significativa, gestionando numerosos proyectos nacionales e internacionales. Su éxito se debió en gran medida al esfuerzo de todos los miembros bajo la dirección de José Miguel Corberán en sus últimos años. El Instituto se caracterizó por un elevado número de contratos con la industria, que junto a proyectos europeos representaban el 90 % de sus ingresos, alcanzando más de 2 millones de euros anuales en 2010.
Además, los investigadores del IIE impulsaron el Máster Universitario en Tecnologías para el Desarrollo Sostenible (MUTEDS), que permitió transferir a la docencia muchas metodologías y tecnologías aplicadas en el sector energético.
A pesar de los desafíos económicos que ha enfrentado, el IIE se ha ganado un lugar como entidad imparcial y de referencia en temas energéticos a nivel comunitario, nacional e internacional.
Finalmente, en 2013, el Instituto de Ingeniería Energética se transformó en el Instituto Universitario de Investigación en Ingeniería Energética (IUIIE-UPV), por resolución del Consejo de Gobierno del 2 de mayo de 2013.

José Miguel Corberán, José Luis Muñoz-Cobo, Ángel Pérez-Navarro, Carlos Álvarez Bel en el Campus de Vera