colabora Justo Nieto Nieto, incluye textos de Elías Pérez Oller, presidente fundador, de un fallero anónimo y de Alba Gil Collado
Justo Nieto escribía el siguiente verso en 1998:
“Todos los sentidos
Todas las Artes Bellas
Todas las emociones
Fuego, fervor, luz, música, historia, gastronomía, indumentaria, convivencia, palabra, flores, trabajo, imaginación, admiración, lágrimas, …
Todas las edades
Todos los colores”
Y apostillaba: “No existe manifestación más completa de la cultura de un pueblo. Este es el pasado que tiene sentido. El pasado que tiene presencia en el presente. El pasado que emerge con su magia y su rito, obligando a que el futuro le siga incorporando. Así son las Fallas de Valencia. Así queremos que siempre sea la Falla UPV”.
Nadie duda de que la falla de la UPV existe gracias a su empeño y los que junto a él la impulsaron desde el principio: don Elías Pérez Oller y don José Luis Montalvá, quienes hubieran sido los mejores fedatarios, pero que se encuentran hoy solo en nuestro eterno recuerdo.
Este capítulo quiere ser un relato de la creación de la Falla UPV durante el mandato de Justo Nieto y servir de homenaje a Elías y a José Luis.
En palabras del propio rector:
“La Falla UPV no es una iniciativa más, ni es ampliar el escenario de operaciones de la universidad, ni es un punto de encuentro y relación como cualquier otra falla… Es mucho más contundente, espiritual, trascendente, auténtico… Es apuntalar los valores y la cultura de un pueblo, desde la casa del saber, desde la universidad, que es carne y compromiso de y con ese pueblo. Es, por tanto, algo profundamente serio y fue, por demás, estratégicamente oportuno, pues hablamos de una época en donde la manifestación popular más bella y completa que se conoce, estaba denostada, y casi “criminalizada y clandestinizada”. La UPV tenía y mantiene un compromiso de calado y solidaridad de la UPV y su falla con el mundo fallero.”

Insignia de la falla UPV
Décimo aniversario
Así recordaba Elías Pérez Oller cómo se creó la falla UPV en la celebración del décimo aniversario.
“Durante las fallas de 1998 y en la comida que la universidad ofreció a la nueva fallera mayor de Valencia y su corte de honor, se habló por primera vez de la creación de nuestra falla.
Fue en la sobremesa cuando el rector se comprometió y me pidió que iniciáramos los contactos con la Junta Central Fallera (JCF) para formalizar el expediente de solicitud de la nueva comisión fallera.
Tras ese primer contacto con la JCF, se nos entregó la documentación necesaria, que debíamos cumplimentar como falla de barrio, ya que, al ser una universidad, no se nos admitía el trámite directamente.
Siguiendo estas indicaciones, me puse en contacto con la Delegación de Régimen Interior de la JCF y la Comisión de Admisión de Fallas, quienes me informaron de que debíamos presentar un plano delimitando las calles que formarían parte de nuestra posible comisión fallera, asegurándonos de no invadir las demarcaciones de las fallas colindantes ya autorizadas, es decir: Falla Barrio de San José, Falla Rubén Darío-Fray Luis Colomer y Falla Plaza de Honduras.
Además, se nos pidió presentar el censo de vecinos correspondientes, ya que la comunidad universitaria no contaba como tal.
Después de negociar con las fallas vecinas y analizar sus demarcaciones, informé al rector sobre las acciones que consideraba necesarias. A esa reunión asistieron el director de Arquitectura Técnica, José Luis Montalvá, y, por recomendación de don Justo, también se convocó a nuestro actual presidente, Ángel, para que nos asistiera en los trámites topográficos.
Dado que el nombre de la falla debía estar relacionado con nombres de calles urbanas, realizamos un estudio de la zona y llegamos a la denominación de Falla Camí de Vera – Universitat Politècnica.
Después de numerosas visitas y consultas con los vecinos de las calles incluidas en la demarcación (para identificar los números de policía de las fincas urbanas correspondientes), finalmente presentamos el escrito de solicitud como falla de nueva creación el 7 de mayo de 1998, a la espera de su aprobación”.

Justo Nieto portando la Señera
A don José Luis Montalvá Conesa (1944-2015) con motivo del vigésimo aniversario
A continuación, se recupera un texto escrito por un fallero, que quiso mantenerse anónimo, y que publicó el siguiente texto en honor de Montalvá con motivo del vigésimo aniversario de la Falla UPV.
“Hace más de 20 años, recibí una llamada, no de inspiración, sino… para ir “al despacho del rector”. Sin saber qué me esperaba, pensé: “¿qué habré hecho mal, o a quién habré mandado a…?” Pero no, no era eso. Allí estaban reunidos

José Luis Montalva Conesa
D. Justo Nieto Nieto, D. Elías Pérez Oller y D. José Luis Montalvá Conesa, para preguntarme si podía ayudar a poner en marcha la falla del Poli. José Luis me recordó mi propuesta de dos años antes, cuando dije que, si alguna vez se montaba una falla, contaran conmigo… y así lo hizo.
El tiempo ha pasado y la falla ha alcanzado su mayoría de edad. No sin penas ni glorias, sigue adelante gracias a un grupo de falleras y falleros que, año tras año, resurge de sus cenizas, llevando una nueva ilusión a través de sus falleras mayores, monumentos, presentaciones, belén, competiciones deportivas, play-backs, etc. Y, por supuesto, intentan recoger todos esos momentos en un llibret que deje huella.

Acto solemne de homenaje a La Señera con la fallera mayor, Paula Hervás, flanqueada por Elías Pérez y Justo Nieto.
Una primera mención especial debe ser para nuestro primer presidente y fundador de nuestra comisión, Elías Pérez, quien comenzó sin nada, salvo el trabajo de unos pocos y sus familias, quienes se volcaron en la falla, dedicándole tiempo y restando horas a sus seres queridos.
El primer intento de constitución fue en el ejercicio fallero 1997-1998, pero resultó rechazado porque no había residentes en nuestra demarcación, ya que solo se presentó el perímetro de la universidad. Al año siguiente, volvimos a intentarlo ampliando los límites hasta zonas urbanizadas de Valencia, ya que en aquel momento la universidad estaba rodeada por la huerta. Así, nos acercamos a otras comisiones falleras vecinas, sin olvidar a los vecinos de la Huerta Norte y a la Ermita de Vera, donde celebramos la misa a San José.
Nuestro querido estandarte nos recuerda estos hechos cada año. En él, podemos observar el naranjo central, en referencia a la Avinguda dels Tarongers. Alrededor, rodeando la imagen, encontramos un guiño al escudo de la Universitat Politècnica, y, finalmente, se observa un campanario que representa la Ermita de Vera.
Una vez constituida nuestra comisión, la Junta Central Fallera nos asignó el número de censo 318, heredado de otra falla que se disolvió. En nuestros inicios no teníamos casal y usábamos espacios muy variados, como una barraca en la huerta, un bajo en la Escuela de Caminos o algún despacho, hasta establecernos finalmente en el casal que ahora ocupamos. La carpa y el monumento fallero no siempre han estado en su ubicación actual.
La falla ha crecido notablemente en número de miembros, y con ello en actividades falleras y en colaboración con el sector y la agrupación. Aunque somos una de las fallas más jóvenes, en este corto pero intenso período, hemos tenido el orgullo de contar con representantes en las Cortes de Valencia.
A lo largo de nuestro recorrido fallero hemos tenido distintos tipos de monumentos. Aunque la mayoría han sido tradicionales, también hemos querido participar en la modalidad innovadora y experimental. Para quienes no lo sepan, nuestra falla de 2000 pertenece a esta categoría, pues fue creada con materiales menos contaminantes.

Falla UPV
En 2007, nuestro compañero y fallero José Luis Montalvá propuso ante la Junta Central Fallera que las Fallas fueran reconocidas como Patrimonio Intangible de la Humanidad, aprovechando su perspectiva como fundador y director de Forum UNESCO Universidad y Patrimonio. Durante años, transmití esta propuesta al presidente de la Junta Central Fallera. José Luis sostenía que, por sí solas, cada una de las partes que componen las Fallas tenía entidad suficiente para el reconocimiento: la Cridà, los monumentos falleros, l’Ofrena, el asociacionismo fallero, etc. Y, por supuesto, el conjunto en sí, que une el trabajo de la sociedad valenciana representada por sus gentes, vecinos, artistas, carpinteros, pintores, músicos, pirotécnicos, indumentaristas, orfebres, etc., quienes conforman y dan vida a la fiesta.
Lo logramos, José Luis; ha costado, pero ya es un sueño hecho realidad. Este es el segundo año que lo celebramos como Fallas Patrimonio, ¡gracias por tu gran visión!
Cada año, tenemos nuevos representantes. Ya son 20 las falleras mayores, 18 falleras mayores infantiles y 13 presidentes infantiles. Aunque siempre se han plantado ambos monumentos, los dos primeros años no tuvimos comisión infantil, ya que los niños dados de alta no alcanzaban los seis años de edad. En cuanto a los presidentes, el número ha sido menor: Elías presidió 8 años, Paco 5, Ángel 4, Rafa y Antonio 1 año cada uno, y, por supuesto, Pepe, quien aún no ha concluido su mandato. Así suman 20 años de la Falla del Poli.”

Casal
A Elías Pérez Oller

Elías Pérez Oller
Justo Nieto escribió la siguiente glosa en homenaje póstumo a Elías Pérez Oller
“Quien decide sobre los pasos de los hombres ha recuperado a Elías Pérez Oller
Por eso, este año fallero, nos pondremos el traje de duelo de las grandes muertes.
Y se nos dirá que los pasos de la vida siguen, que es ley de vida.
Y, de nuevo, una vez más, nos secuestrará el rito fallero sentidos y sentimientos.
Aun así, precisamente, nos pondremos el traje de luto de los grandes duelos.
Porque Elías fue un caballero valenciano, Creador de la Falla de la Universidad Politécnica de Valencia”
Veinticinco aniversario. Palabras de Justo Nieto para el llibret
“Ángel Vicente Martínez (Angelito para los amigos) me ha pedido unas palabras para el llibret de la Falla Universitat Politècnica de Valencia (UPV para los amigos) con motivo del 25 aniversario de fantasía de vida y muerte renovada, año tras año; palabras que escribo con sumo honor, gusto y agradecimiento a todos los falleros y falleras de la UPV que han hecho posible que hoy Falla y Universidad sean un todo legítimo y sinérgico.
Hace mucho tiempo, en los primeros años de su creación, se podía haber dicho de la UPV, exagerando un poco, que era tan pequeña que toda la plantilla, incluyendo alumnos, cabía y se reunía, en las horas pertinentes, en la cafetería de la UPV que dirigía Ángel Gamir (casa Ángel para los amigos), porque lo que sí se decía, exagerando un poco, que la UPV era una cafetería con una universidad dentro. A esta afirmación, insisto, evidentemente exagerada, contribuía no poco y a mucha honra, que Ángel junto a su inseparable Juan, era y sigue siendo un gran profesional, un hombre de acogida y amparo al servicio incondicional de la universidad y de los universitarios, y que ha ofrecido durante más de medio siglo, decenas de millones de impecables servicios de cafetería y restauración.
Hoy la UPV es mucho más grande, tanto más grande cuanto que casi no cabe, exagerando un poco, en el planeta que habitamos; le ocurre como a Trajano que al igual que Alejandro Magno pudo haber llorado porque el mundo se le quedó pequeño para sus conquistas.
Hoy, también, la Falla UPV, con sus 25 años de juventud acumulada es, entre otras razones por los intercambios académicos, querida y admirada en todo el mundo, habiendo recibido, previa y obviamente, la acreditación de excelencia como miembro de la familia del exigente mundo fallero valenciano. Desde su primer presidente D. Elías Pérez hasta su actual presidenta Marian, hija de Angelito, la Falla UPV ha tenido excelentes presidentes, que han colocado el listón de éxito y de buen hacer cada vez más alto.
Hago votos para que esta carrera-escalera de honor creciente que caracteriza a la Falla UPV, se mantenga y aumente aún más, aunque haya alto riesgo de que ocurra como con casa Ángel, que acabe siendo una Falla con una universidad dentro. El Rector magnífico, D. José Capilla, debe estar muy alerta pues compite nada menos que contra ángeles en esto de usar el mundo.
La Fallera Mayor, Paloma, como cada fallera, se legitima mutuamente con su traje, dándose fallera y traje, dignidad. El traje más bello para la mujer más bella y viceversa. Se puede tener confianza de que la portadora porta, además del traje más bello, una misión y un destino de fantasía, amor y respeto a tot allo valencià i a la bona gent. Que eso y no otra cosa es la Falla UPV. Que así sea, Presidenta Marian, hija de Angelito. Que así sea, Paloma.
NOTA: Pido perdón por los excesos verbales, pero a mi edad y por prescripción facultativa, son los únicos excesos que me son permitidos.”
Entrevista sobre fallas como Patrimonio de la Humanidad a Ángel Martínez
Este capítulo acaba con la transcripción de una entrevista realizada por Alba Gil Collado:
-¿Qué ha significado para los falleros que las fallas se conviertan en Patrimonio Inmaterial de la Humanidad?
En primer lugar un gran orgullo, pues se trata de un “reconocimiento” a nivel mundial de nuestra fiesta, así como una gran “responsabilidad”, en cuanto a su mantenimiento o salvaguardia de la cultura tradicional y popular, y por tanto hay que velar por mantener dicha cultura tradicional, compatibilizándola con la innovación y la investigación de nuevos materiales, que permitan minimizar la contaminación del medio ambiente.
Puesto que la Fiesta de las Fallas, aglutina mucho más que una simple fiesta, pues muchos de sus componentes de forma aislada, podrían ser perfectamente, Patrimonio inmaterial de la Humanidad.
-Sabemos que tú estuviste metido en el proceso de apoyo para la propuesta de presentar la candidatura de las fallas a la Unesco, ¿cómo viviste este proceso?
Efectivamente participé al comienzo de la propuestas, y ese momento fue para mí, uno de los más importantes hasta el momento, pues se trataba de un gran trabajo, para identificar, localizar y contactar, con cada uno de los participantes de la fiesta, comisiones falleras, gremios artesanos, asociaciones, fallas nacionales y en el extranjero (fuera de la Comunidad Valenciana), etc . Aunque la labor más compleja, fue el de resumir y aglutinar, todo ello en apenas 500 palabras, y en otros idiomas, para la presentación de la candidatura a la UNESCO.
-¿Ha cambiado algo en vuestra forma de vivir las fallas o habéis tomado alguna medida a partir de que las fallas se convirtieran en Patrimonio de la Humanidad?
Efectivamente, ahora tenemos el reconocimiento, pero la labor empieza desde ayer (como se suele decir), ahora toca, desarrollar un programa compatibilidad, entre los elementos de salvaguarda o protección de la cultura tradicional y popular, con elementos que permitan su desarrollo, innovación e investigación, sin anclarse a unos orígenes concretos y estancos.
En nuestra falla, se ha apostado, por unos monumentos falleros, que se fundamenten en la innovación y experimentación, tanto de las formas o representación artística, como de los materiales, intentando involucrar al máximo de Centros, Departamentos e Institutos de Investigación, de forma de que sean lo más ecológicas posibles.
-¿Cómo se vivieron las fallas 2017 entre los falleros y qué balance o resumen harías de estas fallas 2017? ¿y la masificación?
En el 2017, todavía solo se tenía la perspectiva del reconocimiento a nivel mundial de nuestra fiesta, es a partir de las fallas de 2018, cuando se empieza a tener conciencia, de ir viendo los criterios de salvaguardia de este patrimonio.
En cuanto a la masificación de la fiesta, es la contrapartida o el efecto directo, de su nombramiento como Patrimonio, aunque no es menos cierto, que al coincidir la fiesta en fin de semana, también lo hace más atrayente a todo el público nacional y extranjero.
En nuestra falla, no se ha visto ningún cambio sustancial, al ser una falla humilde, situada a las afueras de la ciudad (como en otras tantas situadas en las poblaciones de la provincia), su repercusión es mucho menor, que el de las fallas de las secciones principales y situadas en el centro de la ciudad.
-¿Crees que existe algún peligro o ve algo negativo en que las fallas se hayan convertido en patrimonio de la humanidad?
No, siempre y cuando, no se deriven a los extremos de conservadurismo o la explotación comercial, como en todo, hay que aplicar el sentido común, lo primero que hay que hacer, es analizar y conocer el pasado, racionalizar el presente, y no cerrar las puertas a un futuro.
-¿Crees que desde el ayuntamiento se está gestionando correctamente o se están tomando buenas medidas respecto al recibimiento de este título?
Yo, no sabría qué contestar a esto, pues carezco de la información suficiente para valorar las actuaciones realizadas, o pendientes de realizar, pero creo que es necesaria la creación de una comisión que pueda analizar y vigilar el seguimiento del Texto de la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO, puesto que la Asamblea General sigue completando y revisando las directrices de aprobación y seguimiento, desde el desarrollo social inclusivo, desarrollo económico, sostenibilidad ambiental y por supuesto el cultural inmaterial y paz. (https://ich.unesco.org/es/directrices)
Por último, si nos quisieras aportar algo que no te hayamos preguntado y creas relevante o anecdótico cuéntanoslo sin problemas, estamos muy interesadas en tu opinión al respecto del mundo fallero.
Quiero introducir un pequeño apunte…
El punto de inicio de las Fallas como Patrimonio de la Humanidad queda marcado en la exaltación de Vanessa Lerma como fallera mayor de Valencia de 2003. El mantenedor, Justo Nieto (rector de la Universitat Politècnica de Valencia), hizo referencia a que la fiesta debe aspirar y ser reconocida por la UNESCO.
En el año 2007, con nuestro compañero y fallero José Luis Montalvá Conesa, dimos traslado presentando en Junta Central Fallera, la propuesta de que la Fiesta de las Fallas, fueran consideradas Patrimonio Intangible de la Humanidad (antigua denominación), aprovechando la perspectiva que le daba ser el fundador y Director de Forum UNESCO, Universidad y Patrimonio, en la Universitat Politècnica, aportando todos los medios a su alcance.
“Él me decía, que por sí sola, cada una de las partes que componen la fiesta de las Fallas tenía entidad suficiente para su reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad: La Crida, Los Monumentos Falleros, La Ofrena, el asociacionismo fallero, etc. etc. etc”.
Y como no, todo su conjunto, pues une la labor de la sociedad Valenciana, representada por sus gentes, vecinos, artistas, carpinteros, pintores, músicos, pirotécnicos, indumentaristas, orfebres, restauradores, hoteleros, comerciantes, etc., que conforman y dan el alma a la fiesta.

Carpa fallera